Y no hay nada que hacer
yo nací para amarte y amarte sin final
algún día lo sé, el caudal desbordado
de tus aguas llega al mar.
Nada va a detener el impulso de amar
que me dicta el corazón
yo nací para amarte, yo nací para amarte
más allá de la razón.
Después, al fin aprenderás
a aceptar mi corazón, si el amor es verdadero
no se rinde ante el dolor.
te esperaré, no importa cuando me hieras
sin piedad
el destino está marcado, serás mío y nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario